TRAFICO DE PERSONAS
La nueva esclavitud: se venden chicas desde 150 pesos
Es un negocio de mafias, que crece en el país porque la trata de personas no tiene castigo. Hay redes desplegadas
en las principales ciudades. Organismos internacionales cuestionan a la Argentina por el vacío legal.
Pablo Calvo.
pcalvo@clarin.com
Paraguayita
ardiente. 5 pesos real". "Caribeña, dulce bomboncito", "Mulata infartante, super completita", "Paola, negra mota", "Paraguayitas
24 horas ¡jóvenes y bonitas!", "Nuevo plantel. Todas fiesteras". Estos avisos en los diarios, volantes repartidos cada noche
en Corrientes y Callao, ofertas por correo electrónico, repentinas renovaciones de staff en los prostíbulos y el aumento de
secuestros de chicas jóvenes, que desaparecen a veces por años, son pistas que llevan a un mundo oscuro, mafioso, impune a
la Justicia y tolerado por una parte de la sociedad que paga por sexo sin preguntarse qué hay detrás.
Hay circuitos
de esclavitud moderna, con peso económico, complicidades desde estamentos del poder y humillación tarifada: en el país se
puede comprar una mujer pagando entre 150 pesos y 5.000 pesos, afirma la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Hay proxenetas que las ofrecen en alquiler, en acuerdos sin papeles por una semana o 45 días, por 100 o por 500 pesos. Si
la chica es más joven y más linda, es más cara. Es un "sistema de plazas", que les sirve a los explotadores para hacer rotar
a los planteles de sus prostíbulos y no "aburrir" a los clientes. Al no ser un delito federal, los tratantes saltan de provincia
en provincia, para dificultar las investigaciones que se inician en una jurisdicción y no pueden continuar inmediatamente
en otra. Esa circulación se da, por ejemplo, en un triángulo que abarca el norte de Buenos Aires, el sur de Córdoba y el sur
de Santa Fe (ver mapa de la página 34).
La trata de personas es el tercer negocio más rentable del planeta, detrás
del tráfico de drogas y la venta de armas. Genera ganancias por 32 mil millones de dólares anuales, según estimaciones. Increíblemente,
en la Argentina todavía no es considerado un delito. El Congreso discute proyectos de ley que apuntan a solucionar el bache
institucional.
Como no figura en el Código Penal, los expedientes judiciales suelen confundir este crimen con otros,
como la reducción a la servidumbre, el secuestro, los delitos migratorios o la explotación laboral. No hay cifras oficiales,
pero Clarín consultó a fuentes vinculadas al tema y detectó que el fenómeno está en auge:
La Oficina de Asistencia a la Víctima (OFAVI), que comenzó a interesarse en estos casos hace cuatro años, cuando escuchó
los pedidos desesperados de ayuda de un grupo de jóvenes dominicanas, intervino en nueve casos de trata en 2004, en 27 casos
en 2005 y en 42 casos en lo que va de este año.
La Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Inteligencia del Congreso calcula que hubo más de 400 casos en
los últimos tres años. "No tenemos estadísticas anteriores para comparar, pero es claro que el problema crece", se indicó.
Desde comienzos de 2005, el Estado repatrió a 50 personas a Paraguay y a Brasil. Cifras extraoficiales de funcionarios
de Migraciones sugieren que la trata de personas mueve aquí unos 100 millones de dólares anuales.
Dos informes internacionales
advirtieron este año que las cosas no están bien. En junio, el Departamento de Estado norteamericano incluyó a la Argentina
en la lista de países "en observación", por no cumplir con los "estándares mínimos" para la eliminación del tráfico de personas.
Mencionó concretamente la falta de una ley antitráfico y reclamó "mayor esfuerzo" en la persecución de los traficantes.
Y
en abril, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito evaluó que la Argentina tiene una "incidencia media"
como país receptor de mujeres y niños que son traídos contra su voluntad para ser explotados. Advirtió además que se llevan
chicas argentinas a Italia y a España, aunque con un nivel de "incidencia baja".
No necesariamente tiene que haber
una frontera en el medio: el 80 por ciento de los traslados compulsivos y posterior sometimiento se da dentro del país,
de zonas pobres a grandes ciudades. "Yo lo vi, nadie me lo contó, a chicas de Misiones les meten el verso y les prometen un
sueldo de 6.000 pesos por mes si aceptan trabajar en Ushuaia. Cualquiera se deslumbra, pero terminan como esclavas, muertas
de frío. Se las llevan a las zonas mineras de la Cordillera o a los puertos de la Patagonia. El problema es que, si hablás,
te liquidan, como hicieron con nuestra dirigente rosarina, Sandra Cabrera", señala Elena Reynaga, presidenta de la Asociación
de Meretrices Argentinas.
La captación de mujeres se da hoy a través de engaños por Internet, chateos, castings para
ciertas películas, promesas de dinero fácil, invitaciones a fiestas swingers, señuelos en boliches bailables y servicios de
búsqueda de pareja.
"Hay que sospechar también cuando aparecen desconocidos que ofrecen trabajo en zonas pobres, casa
por casa, o hacen circular el rumor de que necesitan mozas o niñeras para trabajar en otra provincia, por un buen sueldo",
explica Susana Fraidenraij, coordinadora de un estudio sobre la trata de personas en la Argentina que será presentado por
la OIM en diciembre.
Un simple relevamiento te lefónico por los avisos que ofrecen sexo permite percibir tensión detrás
de las cálidas bienvenidas. "Lindo, te puedo hacer lo que quieras....Pero, ¿cómo me vas a preguntar si me trajeron engañada?
Mentira. Y si alguien te dice que es verdad, la matan", dijo una voz, primero vestida de cariño, después de temor, pero no
de silencio: "Mirá, te sacan los documentos y no podés hacer más nada, dependés de ellos, pero no puedo hablar, dejame trabajar
lindo, por favor".
Reynaga, líder de las meretrices, confirma: "A las dominicanas les cobran 4.500 dólares para devolverles
el pasaporte".
La sustitución de identidad se da mediante la retención o el cambio de documentos, el uso de DNI falsos
o a veces verdaderos, más útiles para burlar controles migratorios. Testimonios de víctimas, especialistas y fuentes legislativas,
judiciales y de fuerzas de seguridad permiten profundizar aún más la descripción de estas organizaciones.
No existe
en el país una mega red que monopolice el negocio, sino más de 20 redes, desplegadas por las principales ciudades y con ramificaciones
puntuales. A veces, una red está compuesta por varios miembros de una misma familia. Necesitan cubrir distintos roles, que
van desde las tareas de inteligencia para el reclutamiento de las víctimas, hasta el secuestro, la vigilancia para que no
escapen, la "domesticación" mediante golpes y torturas, y el control de sus rendimientos laborales. "Una chica en buenas condiciones
atiende entre 10 y 15 clientes por día y le deja una ganancia al proxeneta de 10 o 15 mil pesos por mes. Si el cabaret tiene
seis u ocho chicas, la recaudación mensual es de unos 80 mil pesos. Muchos pueden morder de esa torta", grafica un asesor
del Congreso.
"El cliente —señala Fraidenraij, de la OIM— no necesariamente sabe que es cómplice del negocio
y hubo muchos casos donde gracias a ellos las chicas pudieron escapar del infierno, porque les prestaron un celular para llamar
a la familia o porque las sacaron del prostíbulo".
Los rescates suelen ser como en las películas: padres a puro tesón
que siguen las pocas huellas que encuentran en búsquedas que duran semanas, meses o años, y se arriesgan frente al peligro.
El 12 de noviembre, la sección Policiales de Clarín narró la hazaña de un papá que pudo sacar a su hija de un local rutero
de Santiago del Estero. Susana Trimarco de Verón, la mamá de Marita Verón, secuestrada en Tucumán el 3 de abril de 2002, llegó
a disfrazarse de prostituta para conseguir datos sobre su hija en el ambiente de la noche (ver "La mamá que se vistió de..."
página 33).
Denuncias bajo investigación advierten que las redes designan a "cuidadoras" encargadas de vigilar a los
hijos de las prostitutas mientras ellas trabajan. Los chicos pueden ser utilizados para presionar a las mujeres si no cumplen
con las exigencias de la explotación. "Yo podía ver a mi hijo una sola vez a la semana", contó una de las chicas que pudo
escapar y recibir ayuda.
La existencia de mano de obra esclava —como se comprobó en el incendio de un taller
clandestino en Caballito, el 30 de marzo pasado, con seis muertos como resultado— es otra de las expresiones de la trata
de personas, sobre todo si las víctimas llegaron engañadas y trabajaron privadas de su libertad. Igual, el principal objetivo
del tráfico y la trata es la prostitución, por sus amplios márgenes de ganancia.
Hay mafias que alquilan residencias
por 1.000 o 2.000 pesos para mantener a las chicas en cautiverio. Usan esas quintas y galpones como corrales.
LEER MAS NOTICIAS RELACIONADAS:
http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/11/26/z-03303.htm
http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/11/26/z-03403.htm
Fuente: Diario Clarin:
24-4-06 : CORTESIA CLARIN DIGITAL:
17:15 | Duro informe de Naciones Unidas sobre el tráfico de personas
Según el estudio presentado por la ONU, los ciudadanos de 127 países corren el riesgo
de ser víctimas de los traficantes. Otros 98 Estados fueron clasificados como “de tránsito”, mientras que 137,
entre ellos Estados Unidos y los de Europa occidental, son destino para la explotación.
Todos los países del mundo, prácticamente sin excepciones, son tocados de algún modo por el tráfico de seres humanos.
Esa es una de las conclusiones que presenta un informe de las Naciones Unidas dado a conocer hoy en Viena por el director
ejecutivo de la oficina de las Naciones Unidas para la droga y el crimen (UNODC), Antonio Maria Costa.
Según el informe,
los ciudadanos de 127 países corren el riesgo de convertirse en víctimas de los traficantes. Otros 98 fueron clasificados
como países de tránsito de la trata humana, en tanto 137 -entre ellos muchos países de Europa occidental y Estados Unidos-
son destino para la explotación de las víctimas.
Muchas de las víctimas, en su mayoría mujeres y niños, proceden de
Africa, el centro y este de Europa, estados de la ex Unión Soviética, Asia, América Latina y el Caribe.
Una de las
mayores dificultades para el estudio del problema se refiere a la falta de datos sobre su entidad.
"Es extremadamente
difícil determinar la cantidad de personas afectadas por la trata humana en el mundo, pero seguramente son millones", dijo
Costa, explicando que sobre todo países de destino del narcotráfico no admiten a menudo la existencia del problema en su propio
territorio.
Para afrontar el problema, Costa indicó tres factores cruciales: en primer lugar, bajar la demanda de
productos a bajo costo, de materias primas y productos agrícolas subpagos, y de las prestaciones de esclavos del sexo. Además,
perseguir penalmente a los traficantes y reforzar la protección de las víctimas.
"Proteger a las víctimas parece descontado,
pero en realidad éstas demasiado a menudo son consideradas como criminales que deben temer las leyes severas sobre inmigración
o prostitución en cada país", dijo Costa.
Mostrar una actitud sensible y humana frente a las víctimas, subrayó el
funcionario de la ONU, "no es sólo un imperativo moral, sino que también aumenta la probabilidad de que las víctimas consigan
superar sus comprensibles temores y den testimonio contra quienes abusan de ellas".
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